domingo, 20 de enero de 2013

Reseña "Besos de murciélago" (L)






Título: Besos de murciélago 


Autora: Silvia Hervás

Libro auto-concluyente

Editorial: Montena

Nº Páginas: 239






Sinopsis:


James, un chico de la alta sociedad inglesa, va a pasar las vacaciones de Navidad con los Graham, una familia de clase media americana. Kesley será la encargada de hacerle de anfitriona, pero la verdad es que no lo tendrá nada fácil: la personalidad excéntrica y sofisticada de James se desvelará muy pronto.

Acostumbrado a un tipo de vida propio de las élites, no aprueba ni a los amigos, ni al hermano rasta, ni la comida, ni la forma de vestir de Kesley. James extiende periódicos para sentarse en el autobús, compra los alimentos más caros y exclusivos del supermercado, pide taxis cada día y humilla a Kesley con sus comentarios impertinentes.

A pesar de las continuas peleas, de las ironías fuera de tono del inglés y de los cortes exasperados de Kesley  la convivencia les forzará a establecer pactos y, poco a poco, el abismo que hay entre ellos se irá estrechando. Hasta que una noche, con unas copas de más y ante la sorpresa de KesleyJames la besará con la excusa del muérdago navideño.





Opinión Personal:

Para comenzar esta reseña puedo decirles que se presenta ante nosotros un personaje completamente diferente a todos los galanes que estamos acostumbrados en la actualidad.
Es una novela divertida, rápida de leer y activa. Aunque debo admitir que el final no me gustó mucho, creo que podría haber sido mejor. Me dejó con ganas de un poquito más. 
—Navidá, navidá, duuulceee navidá… —canturreó sin ningún tipo de vergüenza. Kelsey arrugó la nariz. 
—¿No odiabas los villancicos? 
—No sé. —Se entretuvo observando una de sus manos—. ¡Hacia Belén va una burra, ring, ring, yo me aremendaba yo me eremendé…! Kelsey negó con la cabeza en silencio.
Al principio saber de qué va la cosa es muy sencillo pero llegando al final todo se pone tenso y no sabes para dónde disparar.
—¡Kelsey! —exclamó—. ¿Tú papá no decía que debajo del muéddago tocaba besho de murciédago?
Me gustó la personalidad de James, es un maniático hipocondríaco, que no puede controlar sus tics, como mencioné antes, es diferente. 
James es el hombrecito rico, narcisista  egoísta y engreído que  sacaría de quicio a cualquier chica con un poco de cerebro  que no esté interesada en su dinero. Por momentos tuve ganas de ahorcarlo y dejar de leer pero cada tanto tenía una gotita de dulzura que me encantaba. A pesar de que su orgullo no lo dejase admitir varias cosas, cuando realmente comienza a conocer a Kelsey, empieza a cambiar.


Kesley es sencilla, orgullosa como ninguna (al igual que James) y paciente. Ella termina siendo la única en conocer a fondo al molesto James. (Su relación se balancea en una cuerda durante en casi todo el libro). A pesar de tener casi 18 años, posee una personalidad de niña inocente que poco a poco será descubierta por James.

-Perdone… -le dijo-, pero su hijo huele a materia orgánica sucia. Muy sucia.

-¿Qué? –preguntó la mujer, confundida.

-Excremento –aclaró, tapándose la nariz con los dedos-, desecho, caca, mierda. El niño huele a mierda, señora.

La mujer abrió los ojos, alarmada. Kelsey bajó la mirada y la clavó en el suelo, deseando que aquel autobús fuese como los coches de los Picapiedra, abiertos, para poder escapar de él.  

La familia de Kesley es genial, me gustó mucho su hermano hippie, adherido a la onda "amor y paz" y a la mariguana (eso queda acá...). La familia de James no me gustó para nada, en todo momento les tuve apatía... siempre me cayeron mal los ricos narcisistas.

En fin es un libro lindo, fácil de leer, nada del otro mundo pero entretenido, si estas buscando divertirte un rato, con esta pareja de jóvenes peleadores lo vas a lograr.

—¿Y bien? —Kelsey, cruzada de brazos y sentada al estilo indio, parecía impaciente por escuchar su discurso.
James respiró hondo.
—Esto… Yo creo que… —balbució—. Bueno, es que yo… claro, ya sabes… ¿me entiendes, verdad? Era lo que quería decir…
—¿Qué? —Ella le observó divertida. Obviamente no había entendido nada.
—¡Pues eso, Kelsey! ¿Qué más quieres que te diga? Si no puedes comprenderme… Era eso… y tal… —Se miró las manos, confuso. Estaba sudando a pesar del horrible frío que hacía.
—James… ¿cómo quieres que te entienda si aún no has dicho nada coherente?.
¿¿Puntuación??





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Podes descargarlo entrando a "Transportada a otro mundo"
(el link te va a llevar a otro blog donde vas a poder llevar a cabo tu descarga)


1 comentario:

Camila dijo...

Se ve bien bueno. Creo que lo había visto antes en otro blog, lo voy a estar observando a ver si llega a Chile.
Un beso! ❤

Primer premio :)

Primer premio :)